Daniel P.
5/5
Estuvimos 4 noches para desconectar y vaya que si lo hicimos. La habitación está impecable, prácticamente nueva y con una decoración rústica muy acertada, amplia, armario empotrado doble, el cuarto de baño muy limpio y nuevo (secador, jabones, body milk...). Referente a las instalaciones lo tienen todo muy aseado, hay una sensación de orden y limpieza muy agradable, incluso en la zona de la piscina, lo cual teniendo en cuenta que estás en medio del monte es más que remarcable. La atención es inmejorable, aún habiendo "dificultad" con el idioma se esfuerzan al máximo para que tu estancia sea lo más cómoda y agradableposible. El desayuno es muy completo, fruta, bollería, tostadas, galletas, croissants, queso, embutido...y si el tiempo acompaña se toma en la terraza que es súper agradable. De normal no sirven comida pero si se lo planteas con tiempo no tienen inconveniente en preparar algún plato. Cenamos tres noches ahí y he de reconocer que la cocina es fantástica, tanto de sabor, como de presentación. Son 25€ cada comensal (algunas bebidas incluidas en el menú) lo veo muy justo arreglo la calidad y la frescura de los productos que utilizan. El menú lo confeccionan ellos aleatoriamente, es decir, no hay una carta, pero dejarte sorprender también es otro punto. Si tienes alguna intolerancia es recomendable comunicarlo previamente. Como "inconveniente" y de verdad que es lo único negativo por llamarlo de alguna forma, es el acceso. Es un poco no cuotidiano pues has de pasar por un camino no asfaltado el cual tienes que estar muy atento a las pequeñas señales que aparentemente ellos mismos han colocado (no hacer caso al GPS). Por último, agradecer desde aquí a Peggy y Kun la atención y el cariño con el que nos han atendido. Sin duda han hecho de nuestra estancia unos días muy agradables en familia.